EL WHATSAPP Y LA CREATIVIDAD
Me encantan los ejercicios de creación espontánea. Una de las ventajas que tiene es que puede surgir en cualquier lugar y en cualquier momento, además de soportar perfectamente cualquier soporte (valga la redundancia ).
El último ejemplo que he experimentado ha sido a través de esta aplicación que tenemos en el móvil llamada WhatsApp.
Estábamos un grupo de amigos hablando de esto y de aquello y en un momento determinado se me ocurrió escribir las palabras mágicas seguidas de unos puntos suspensivos, cada vez que aparecen los puntos suspensivos es como decir "pasa palabra"
EL EXTRAÑO CASO DE LOS BURROS Y LOS MIOMAS.
Iban dos miomas tranquilamente por la calle , cuando de repente, pasando por el cortijo de Capiruzón apareció un burro...
El burro le dijo a la burra: Mira mi arma, señalando a lo lejos.
Y la burra dijo:" no es mi arma son miomas"
Vamos a hablar con ellos a ver qué nos cuentan...
El burro le dijo a la burra: Mira mi arma, señalando a lo lejos.
Y la burra dijo:" no es mi arma son miomas"
Vamos a hablar con ellos a ver qué nos cuentan...
El mioma mayor parecía algo deprimido, su hermano miomito estaba preocupado, sabía que podía recaer de nuevo en la bebida...
Se encontraron los cuatro en la plaza(los dos burros y los miomas)
Y comenzaron a hablar...
Oye, ¿quieres acompañarme a buscar a mi amo?, le dijo el burro al mioma...
_¿A tu amo???
Sí, el joven Sancho, no lo conoces ?
Monta en mí desde que es pequeñito...
¿¿¿ El qué siempre está en el bar???
Pues no puedo ir ,dijo mioma, estoy de bajón y soy capaz de tomar un copazo y no me quiero ver otra vez en el fango...
El burro, por su parte, quería salir del armario pero temía la reacción de Sancho Lara...
Tengo una idea, dijo el mioma mayor, ¿qué tal si hacemos que Sancho salga del bar y cuando esté en la plaza lo matamos a versos y así yo no tendré la tentación de beber y tú le confiesas, entre verso y verso tu homosexualidad?...
Y entonces fue cuando me desperté, oía unas voces a través de la ventana.
Presté atención intentando entender lo que oía, eran unos niños que llamaban a su madre ¡Omaaaaa Omaaaaa. .. omaitaa! y discutían entre ellos:....mi oma es la más bonita.
Y colorín colorado este cuento berlanguiano se ha acabado.
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